Contrato de alquiler entre particulares paso a paso
¿Cómo se establece un contrato de alquiler entre particulares paso a paso?
A la hora de alquilar una vivienda, existen una serie de variables que pueden complicar el procedimiento a las personas que no están acostumbradas, sobre todo si es la primera vez que el propietario alquila su piso.
Todas estas circunstancias incluyen problemas como visitar el piso, elegir al inquilino, encargarse de todos los trámites… Hechos que llevan a muchas personas a recurrir a agencias inmobiliarias para gestionar todo el proceso. Pero en todas estas tareas, el problema más complejo es, sin duda, el papeleo y, en concreto, el contrato de alquiler, que implica a dos partes.
Lo primero y más básico es que este contrato debe tener validez legal, aunque, ojo, no es necesario contar con un abogado para que el contrato esté dentro del marco legal. De hecho, basta con que ambas partes acuerden la ejecución del contrato sin la intervención de un abogado. Pero, ¿qué hay que tener en cuenta?
Consejos para redactar un contrato de alquiler entre particulares
Como ya se ha mencionado, el aspecto más importante de cualquier contrato de arrendamiento es que sea legalmente válido, lo que puede resultar difícil para las personas que no tienen conocimientos legislativos.
Aunque pueda parecer extraño, sobre todo para las personas que no están acostumbradas a trabajar con documentos de este tipo, no es necesario recurrir a los servicios de una gestoría o asesoría para redactar este tipo de trámites, siempre que se cumplan las siguientes variables:
- El contrato cumpla con lo establecido en la Ley de Arrendamientos Urbanos (LAU).
- Se debe disponer de un certificado de eficiencia energética del piso que se va a alquilar.
- El propietario del piso debe pagar una fianza al organismo autónomo establecido en la región donde se encuentre el piso.
- Deben imprimirse dos copias, una para cada una de las partes implicadas, ya que son cruciales en caso de litigio.
Como ya se ha dicho, estos cuatro puntos son obligatorios para que el contrato de alquiler tenga validez legal. Si alguno de estos puntos no se cumple en su totalidad, el contrato carece de validez.
Cláusulas de un contrato de alquiler de vivienda.
Como en cualquier contrato decente, el documento debe contener una serie de puntos relativos a los derechos y obligaciones del inquilino en relación con el propio inmueble. Aunque estos puntos dependerán del tipo de vivienda que se alquile y de las características de la misma, lo habitual es encontrar los siguientes apartados:
Precio del alquiler. En este apartado se recoge la cantidad mensual que el inquilino debe pagar para seguir disfrutando del usufructo de la vivienda.
Duración del contrato. Habla de la duración del arrendamiento, que suele ser de al menos un año y puede prorrogarse hasta cinco.
Garantías. En el caso de que los inquilinos no dispongan de garantías económicas suficientes para acreditar que pueden hacer frente al pago de la renta y se interpongan uno o varios avalistas, debe constar la identidad de éstos, así como sus responsabilidades en caso de impago.
Responsabilidad de los gastos. Hay una serie de gastos asociados a cualquier propiedad o piso que se alquile, como el coste de la comunidad de vecinos o el agua. El contrato de alquiler debe especificar qué parte es responsable de todos los gastos asociados al piso; esto puede variar mucho en función de las condiciones del contrato en particular.
Fianza. La información sobre el importe de la fianza también es obligatoria. En este punto se registra el importe de la fianza y los meses a los que corresponde. Aquí es importante señalar que en nuestro país no puede ser superior a dos meses de alquiler.
Uso de la vivienda. Aquí se indica el uso del inmueble, es decir, si se trata de una vivienda habitual o si el inmueble está adscrito a otra categoría.
Estado del inmueble. El contrato debe especificar el estado en el que el arrendador dejará la vivienda a los inquilinos, ya que éstos están obligados a devolverla en el estado en el que entraron. El seguro puede incluir las reparaciones en un piso de alquiler, lo que facilita la protección ante posibles daños.
Procedimiento en caso de impago. Esta es la única cláusula no obligatoria que incluimos en esta lista, que consideramos muy importante. En ella se enumeran todos los instrumentos que se utilizarán en caso de impago del alquiler. Se puede contratar un seguro de alquiler para cubrir esta parte del alquiler.
Cómo redactar/redactar un contrato de alquiler paso a paso.
Además de toda la información sobre el propio inmueble que se va a alquilar, el contrato debe contener otros puntos básicos en los que conste la identificación de todas las personas físicas que desempeñan un determinado papel en el alquiler, tanto el arrendador como el arrendatario. De esta forma es necesario anotar:
- Establecer un lugar en cada página para la firma y la fecha de entrada en vigor del contrato. Es necesario que aparezca la firma del arrendador y del arrendatario.
- Identificación de todas las personas que intervienen en el contrato de arrendamiento con nombre y apellidos, número de DNI y dirección.
- Debe constar claramente el motivo por el que se celebra el contrato, que por supuesto se refiere al alquiler de la vivienda.
A continuación, deben enumerarse todas las cláusulas contractuales ya mencionadas:
Duración del contrato, importe de la fianza, estado del inmueble, etc.
Contrariamente a lo que pueda parecer a primera vista, los contratos verbales también son legalmente válidos, pero no son en absoluto aconsejables, ya que será muy difícil demostrar quién tiene razón en caso de conflicto entre las partes del contrato.
Además de los apartados mencionados, es aconsejable incluir en el propio contrato o en anexos un inventario de todos los bienes que se encuentran en la vivienda y que van a ser utilizados por el inquilino. También se puede añadir un apartado sobre el estado de los electrodomésticos u otras partes de la vivienda para no dejar lugar a interpretaciones subjetivas.
Por último, en los casos más complejos, también puede ser conveniente incluir un pequeño estudio de la situación económica del inquilino para facilitar la labor jurídica en caso de impago de la renta.
Con todos estos aspectos incluidos en el documento, no debería haber problemas durante el periodo de vigencia del contrato de arrendamiento; tiene la misma validez y garantías que un contrato redactado por profesionales.
No obstante, si tienes dudas o problemas a la hora de redactar el contrato de arrendamiento de una vivienda, nuestra recomendación también es clara: contacta con profesionales, ya que ellos sabrán resolver rápidamente todas estas cuestiones y, además, afrontarán tareas y trámites que tú no puedes o no quieres hacer para alquilar tu vivienda sin preocupaciones.